ENTREVISTA A ANASTASIA PICHURINA Y PABLO PÉREZ

            

1ER PREMIO EN EL XII CONCURSO DE MÚSICA DE CÁMARA DEL CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA DE OVIEDO

“Me paso el día rodeado de música clásica”
“La música clásica forma parte de mi vida”

El pasado 11 de junio de 2018, se celebraba el XII Concurso de Música de Cámara del Conservatorio Profesional de Música de Oviedo, en el que el dúo, formado por Anastasia Pichurina Esipovich de 2º de Música de Cámara y Pablo Pérez Gayo de 3º, obtenía el 1er premio tras la interpretación de la Sonatina op. 100 de Dvorak y la sonata en fa menor de Mendelssohn. Este próximo 23 de noviembre, durante la Ceremonia de celebración de Santa Cecilia, recibirán el ansiado galardón. 

Crónicas.- Esta era la primera vez que os presentabais al Concurso de Música de Cámara.  

Anastasia y Pablo.- Sí, la primera. Aunque ya habíamos oído hablar de la existencia del concurso, no nos planteamos presentarnos hasta que nuestro profesor de la asignatura, Adolfo, nos lo propuso. Nos pareció una fantástica idea y nos pusimos a trabajar inmediatamente. 

C.- ¿Esperabais este resultado?

A y P.- No, nos preparamos para el concurso pensando que sería un estímulo más para trabajar, pero, dado que los demás participantes cursaban cursos más altos, nunca sospechamos que obtendríamos el primer premio.

C.- ¿Conocíais a vuestros contrincantes? 

A. y P.- Sí, sabíamos con antelación que también optaban al premio otros dos cuartetos, y estábamos seguros de que harían un buen papel. Conseguir el primer premio fue de lo más inesperado, nos alegramos mucho de que ellos también obtuvieran premios. 

C.- Con respecto al repertorio que interpretasteis, la Sonatina op.100 de Dvorak y la sonata en fa menor de Mendelssohn, ¿qué sentimientos albergabais?

A. y P.- Nos sentíamos mucho más seguros tocando Dvorak ya que llevábamos más tiempo trabajándolo, pero sin ninguna duda la sonata en fa menor es la que más nos gustaba. Habíamos comenzado a trabajar Mendelssohn hacía relativamente poco tiempo y fue realmente duro tenerla lista a tiempo para el Concurso. Además de practicar un día a la semana durante la clase de Música de Cámara, nos reuníamos en abundantes ocasiones para ensayar y que estuviera rematada a tiempo. Fue muy motivador, aunque quizás un poco estresante durante la semana previa a la actuación. 

C.- ¿Cuánto tiempo dedicáis a ensayar juntos?

A. y P.- Por norma general tenemos una hora semanal de clase de Música de Cámara. Además, siempre que es necesario: ante la proximidad de una audición, el Concurso o un concierto; ensayamos en las cabinas de estudio del Centro. 

C.- ¿Cómo fueron los momentos previos a vuestra actuación?

P.- Poco a poco, he ido superando los nervios de las primeras actuaciones en público, y aunque sentía mucha responsabilidad, no estaba especialmente nervioso, o por lo menos, no más que si hubiera sido una audición.
A.- Más que los nervios justo antes del Concurso, recuerdo el estrés de la semana anterior, el concurso fue como una audición más. Como siempre que tengo una audición en público, acostumbro a escuchar varias veces en casa grabaciones de lo que voy a tocar. Me pongo nerviosa justo antes de salir al escenario, pero cuando empiezo a tocar mis nervios desaparecen. 

C.- ¿Qué agrupaciones habíais formado en cursos anteriores de Música de Cámara?

P.- Tanto en tercero como en cuarto toqué en un trío, si bien con distintos instrumentos, primero con violín y flauta y ya el curso pasado con viola y clarinete. 
A.- Casualmente, el curso pasado también trabajé en un trío, pero yo, con cello y piano.  

C.- ¿Qué repertorio os gustaría preparar el curso próximo?

A. y P.- En principio, seguiremos tocando tanto Dvorak como Mendelssohn para la Ceremonia de Santa Cecilia. 

C.- ¿Pensáis seguir tocando juntos en el futuro?

A. y P.- No lo hemos pensado todavía, estaría bien visto el resultado. Sin embargo, pensamos que también sería interesante tener la oportunidad de formar otras agrupaciones y aprender a trabajar en ellas. Además, depende en gran medida de los horarios de otras asignaturas. 

C.- ¿Cuándo empezasteis a tocar vuestros respectivos instrumentos?

A.- Empecé a tocar el violín cuando tenía siete años, recibiendo clases en la Escuela Municipal de Música de Oviedo. Mi influencia fueron mis padres; ambos son músicos y me animaron para que iniciara mis estudios musicales. Elegí el violín por decisión propia; pero el piano, instrumento que toca mi madre, también me gusta mucho. 
P.- Empecé mis estudios de Música en la Escuela de Música Divertimento de Oviedo a la edad de tres años, y a tocar el piano con cuatro o cinco. Mis padres me cuentan que desde el principio tuve claro que instrumento elegir. El piano forma parte de mi vida desde que tengo recuerdos. 

C.- ¿Qué papel han jugado vuestros padres en estos buenos resultados? 

P.- Sorprendentemente, aunque mis padres no son músicos, han luchado para que tuviera una educación musical y siempre me han apoyado incondicionalmente. 
A.- Los consejos de mis padres me han ayudado en la preparación de las obras del Concurso. Están muy contentos de que yo también toque un instrumento y de poder compartir sus sentimientos hacia la música conmigo. 

C.- ¿Qué importancia tiene la música clásica en vuestras vidas?

P.- Además de recibir clases en el Conservatorio, estudio en la facultad de Musicología. Podría decir que me paso el día rodeado de música clásica y que quiero dedicar mi vida a ella. 
A.- La música clásica es muy importante para mí. Forma parte de mi vida y me gustaría que en el futuro siguiera siendo así. 


(Entrevista realizada el 18 de junio de 2018)