Escritos sobre música
Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, 1712-Ermenonville, 1778).
Jean-Jacques Rousseau fue un importante intelectual y filósofo en la Francia del siglo XVIII. Inquieto, curioso, crítico y hábil polemista, reflexionó y escribió acerca de disciplinas muy diversas, como la pedagogía, la botánica, o la música, de la que fue un amante apasionado.
En la presente monografía, publicada en 2007, y primera realizada en lengua castellana, se recogen algunas de sus disertaciones acerca de asuntos musicales de profunda enjundia e interés. Algunos de los capítulos como ‘El origen de la melodía’ o ‘Sobre la música moderna’, son solo algunos ejemplos que darían para amplias y animadas tertulias.
Sobre la música moderna —debemos recordar que se refiere a la ‘música moderna’ que avanza en el París de mediados del siglo XVIII— Rousseau escribió:
‘Hoy en día el público es tan reacio a todo lo que es novedad, tan contrapuesto a sistemas y proyectos, sobre todo en lo que atañe a la música, que a uno no le resulta posible ofrecerle nada sin exponerse a los efectos de sus primeras acciones, es decir, a verse condenado sin ser entendido’.
La presente obra, editada por la Universitat de Valencia, y conducida por Anacleto Ferrer y Manuel Hemerlinck, da cuenta, así mismo, de las agrias polémicas que Rousseau mantuvo con el compositor Jean-Philippe Rameau, que desataría en París La querelle des Bouffons –entre los partidarios de la música francesa o los de las nuevas estéticas, entre los que se encontraba Rousseau, que llegaban de Italia de la mano de Pergolesi y su Serva padrona–.
Y es que la música, como lenguaje provocador de emociones y sentimientos de muy diversa índole, tuvo y tiene la capacidad de abrirse camino e innovar, de proponer nuevos rumbos a través de estéticas, que, en su momento, son consideradas trasgresoras. Recordemos lo que siglos antes, en el mismo lugar, maestros del Ars Antiqua opinaban sobre las nuevas propuestas que se abrían paso con el Ars Nova. La música, como venimos diciendo, solo precisa de un único visado para desarrollarse en el tiempo: esto es, la atención y el interés del público.