TAL DÍA COMO...


17 de enero


El 17 de enero de 1751 fallecía Tomaso Albinoni, compositor italiano perteneciente al periodo Barroco, nacido en 1671.

A diferencia de lo habitual en los músicos de su época, Albinoni no formó parte de una corte ni iglesia, siendo independiente y con recursos propios. Por ello puede ser considerado antecesor de la figura del artista independiente desligado de un mecenas o patrocinador que se consagraría en el Romanticismo.

Aunque en su época fue un reconocido compositor de óperas en la actualidad es su música instrumental la más interpretada.

Adagio “de Albinoni”

La fama de Tomaso Albinoni se vio notablemente incrementada gracias a “su” Adagio, convirtiéndose, así, esta obra en una de las más reconocidas del Barroco. Pero no solo no fue compuesta por Albinoni, sino que ni siquiera fue compuesta en ese periodo de la historia. En realidad, fue compuesto en 1945 por un musicólogo italiano llamado Remo Giazotto.

Giazotto, que trabajaba por aquél entonces recopilando información sobre Tomaso Albinoni, dijo haber encontrado entre las ruinas de la Biblioteca Estatal de Dresde (que había sido bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial) un fragmento manuscrito en el que tan solo figuraba el pentagrama del bajo y seis compases de la melodía que fue atribuido a Albinoni.

A partir de ahí (según el propio musicólogo) trabajó en arreglar y terminar la composición, dando como resultado dicha obra, que fue publicada por primera vez en 1958.

Expertos de todo el mundo consideran que esta obra fue enteramente compuesta por Giazzoto, que falleció en 1998.

🎼🔊  Adagio

También tal día como hoy, en 1826, y sin haber cumplido los veinte años, fallecía Juan Crisóstomo de Arriaga, compositor vasco conocido como “el Mozart español” debido a las extraordinarias dotes musicales que presentó desde muy pequeño al igual que aquél. Además, casualmente, ambos compositores nacieron un 27 de enero pero con cincuenta años de diferencia.

En 1817 compuso Nada y mucho, un octeto para cuerda, guitarra, trompa y piano. Poco más tarde, con 13 años, compondría su ópera Los esclavos felices, de la que tan solo se conservan algunos fragmentos, entre ellos su Obertura.

Con 15 años se trasladó a estudiar a París, donde su rápido progreso y sus grandes dotes para la composición hicieron posible fuera nombrado profesor ayudante de su profesor de contrapunto y fuga y comenzase a impartir las disciplinas de las que sólo dos años antes era alumno.

En París compuso (1824) y estrenó (1825) una de sus obras más conocidas, considerada por muchos una obra maestra, la “Sinfonía en Re m para Gran orquesta”.

El inesperado y prematuro fallecimiento del compositor fue la causa de que su obra permaneciera desconocida hasta mediados de la década de los ochenta del siglo XIX, momento en el que un descendiente suyo recupera algunas piezas, en especial cuartetos, que entrega a la sociedad de cuartetos de Bilbao, quien se hace eco de ellos representándolos en sus actuaciones en distintos salones de la capital vasca. En 1887 se crea en Bilbao la “Comisión permanente Arriaga”, presidida por Emiliano Arriaga (descendiente del compositor) cuya finalidad será dar a conocer la obra de Juan Crisóstomo así como obtener beneficios con los cuales poder llevar a la imprenta y, por tanto, difundir dicha obra por otras sociedades españolas.

A pesar de su juventud, Arriaga es considerado uno de los compositores más destacados de la historia de la música española.

🎼🔊 Sinfonía en Re menor