ENTREVISTA A IRENE HERRADOR SANZ

PREMIO FIN DE GRADO PROFESIONAL 2018: ESPECIALIDAD OBOE


Crónicas.- ¿Era la primera vez que te presentabas a un Premio de Oboe? ¿Esperabas este resultado?

Irene.- Ha sido toda una sorpresa. Nunca me había presentado a ningún Concurso de Oboe, así que no sabía como iba a responder ante esa situación. Además, la otra oboísta que se presentaba también demostró tener muy bien nivel. El curso pasado me trasladé a vivir a Oviedo desde Palencia para finalizar el Grado Profesional de Música e iniciar Economía Bilingüe en la Universidad de Oviedo. Después de tantos cambios y novedades en mi vida, haber conseguido acabar el Grado Profesional ya me hace sentir orgullosa. ¡Obtener el Premio ha sido lo máximo!

C.- ¿Cuál de las obras que interpretaste te resultó más complicada? ¿Por qué elegiste el Cuarteto para oboe en Fa Mayor KV 370 de Mozart como obra libre? 

I.- La obra obligada, el Primer Solo de Concurso de Colin, me parece una pieza muy difícil. Aunque la obra libre también tiene su complejidad, el hecho de haberla trabajado en clase con mi profesor, José Ferrer, me dio mucha seguridad. 

C.- ¿Cómo fueron los momentos previos al Premio? 

I.- Fue una mezcla de emociones. Estaba muy nerviosa, pero al mismo tiempo tenía muchas ganas de tocar y mostrar mi trabajo al público.

C.- ¿Crees que es importante la forma de estudiar para obtener buenos resultados? 

I.- Es importante centrarse en las dificultades y los detalles. Tocar la obra de arriba abajo no suele ser muy eficaz. 

C.- ¿Cuánto tiempo sueles dedicar al instrumento?

I.-Estudio diariamente, alternando la práctica del instrumento con las asignaturas de la Universidad. No es una buena idea dejarlo todo para unos pocos días de la semana. 

C.- ¿Estás actualmente cursando Estudios Superiores de Música? 

I.- No, veo imposible compaginar los Estudios Universitarios con los Estudios Superiores de Música. Me gustaría continuar en cuanto acabe en la Universidad. Tocar en la Orquesta de la Universidad me consuela mientras tanto.



C.- ¿Qué repertorio estás preparando actualmente? 

I.- Estoy centrada en las Seis Metamorfosis de Ovidio de Britten. 

C.- ¿Con qué edad empezaste a estudiar música? 

I.- Empecé con ocho años en el Conservatorio Profesional de Palencia. Una prima que estudiaba allí me abrió los ojos. Fue por iniciativa personal. 

C.- ¿Por qué elegiste el Oboe? ¿Te habría gustado tocar otro instrumento?

I.- En Palencia, en las Jornadas de Puertas Abiertas, los profesores hacen demostraciones de sus instrumentos. Desde el primer momento, me llamó la atención el Oboe. A mis ocho años de entonces, me pareció el instrumento más raro y especial, tanto por su forma como por su sonoridad. No descarto, en el futuro, empezar violonchelo o algo de percusión. 

C.- ¿Cómo fue compaginar los estudios en el Instituto con los de música en el Conservatorio?

I.- Muy duro. En el Conservatorio no entendían que tenía que estudiar lo del Instituto y en el Instituto que tenía que estudiar lo del Conservatorio. Indudablemente, el peor curso fue 2º de Bachiller. 

C.- ¿Recomendarías tocar un instrumento?

I.- Indudablemente, sí. Te completa como persona además de desarrollar otras capacidades. 

C.- ¿Qué papel han jugado tus padres en estos buenos resultados? ¿Y tus profesores?

I.- Mis padres han sido mi apoyo más importante. También mis profesores, aunque me apena no haber podido contar con un poco más de estabilidad, ya que cada año ha sido uno distinto. Positivo porque tienes mucha información, pero negativo por la falta de continuidad.  

(Entrevista realizada el 5 de diciembre de 2018)