El mensaje de Igor Strawinsky
(Théodore
Strawinsky, 1907-1989)
“El arte postula la comunión, y es para el artista
una necesidad imperiosa hacer participar a otros
del gozo que él mismo experimenta”
El hijo del célebre compositor,
Théodore Strawinsky, pintor, recoge en esta monografía escrita en 1948, algunas
de las pulsiones vitales del músico que desbordó la creación artística, tanto
en la composición musical como en el ámbito del ballet –El pájaro de fuego, Petrushka
o La consagración de la primavera–,
gracias a su colaboración con Diaghilev y Nijinsky en la
primera parte del siglo XX. A través de un lenguaje cargado de simbolismo,
pasos y saltos contrarios a la idea de la belleza etérea de la danza, y una música
atrevida, disonante y estridente.
"La música es la única área donde el hombre realiza el presente"
Igor, tras leer el libro que le
envió su hijo a California, donde residía, le contestó por carta:
“Estoy totalmente encantado con tu libro, es a la vez convincente, inteligente e informativo, polémico en la justa medida en que debe serlo y extraordinariamente vivo”.
El presente texto nos brinda la
oportunidad de acercarnos a una de las personalidades más influyentes del siglo
XX, el gran compositor ruso, neoclásico y dodecafónico Igor Strawinsky.